Tras comer y ,creyendo haber entendido bien a la chica del restaurante, cogimos de nuevo el camino hacia una carretera, que no debíamos abandonar porque nos llevaría casi hasta Gondán directos...
Ja,ja, para empezar, una buena subida por dicha carretera y ¡¡¡con la comida aún en la boca!!!. Tras parar un momento para coger aire, continuamos y torcimos en un cruce que señalaba Villamartín Pequeño y ¡¡he ahí nuestro error!!.
Porque pasamos a un carreteril secundario con una subida brutal, imposible de completar en bici, hasta llegar a Villamartin Pequeño. Ésta aldea distaba tan solo 2 kms de la siguiente, Villamartín Grande. Descendiendo por la misma carretera que traíamos vimos de nuevo la señal de la concha del Camino y seguimos...cuando pensábamos que las casas que teníamos al lado era ya el hermano grande de Villamartín, vemos el cartel de final de Villamartín Pequeño, un descenso, una curva a la derecha y ...
¡¡¡¡LA CUESTA!!! Una subida de las que te dan ganas de darte la vuelta... cogimos velocidad en el descenso y paramos cuando nos quedamos clavados. El resto hasta el pueblo, andando, ¡vaya paliza subir la bici con las alforjas andando cuesta arriba!
Lo mejor, que desde Villamartín Grande a Gondán había 3,5 kms de bajada, ¡por fin!
Lo peor, que cruzamos la carretera que nunca debimos abandonar, y que seguro que no picaba tanto para arriba, pero bueno, esto es peregrinar...
P.D. ante la duda en el Camino seguro que la dirección correcta es...¡ la que vaya cuesta arriba, je,je!
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